martes, 8 de mayo de 2012

Fernando Garrido: «La arquitectura es un reto, si te acomodas se vuelve vulgar»


Texto: Manuel Tapia Ledesma

En los primeros años del siglo XX y con un presupuesto dedicado a instrucción pública de 11.832 ptas. el ayuntamiento de Algeciras, dando cumplimento al R.D. de diciembre de 1910, inaugura en la popular calle Rafael de Muro, la primera sede de la Escuela de Artes y Oficios de nuestra ciudad. En 1924, el gobierno de Primo de Rivera aprueba el llamado Estatuto de Enseñanza Industrial, esto obliga al ayuntamiento de Algeciras, a convertir la Escuela de Artes y Oficios, en Escuela Elemental de Trabajo. Pasando su ubicación al edificio municipal que hoy se conoce como: La Escuela, en recuerdo de la antigua escuela.


Ya en la década de los años treinta y con la entrada de la II República, se nombra Delegado de la República en la Escuela de Artes y Oficios a D. Cayo Salvadores Martínez; el cual posteriormente durante la Guerra Civil fue fusilado. Actualmente tiene dedicada una calle, junto al ambulatorio del Saladillo. Tras la guerra civil y con más ilusión que medios prosigue la actividad de la Escuela de Artes y Oficios; muestra de ello es el punto 11 del acta plenaria del 14 de noviembre de 1946, sobre premios a alumnos de la Escuela de Artes y Oficios. Dos años antes, en 1942, la sede de la escuela en la calle Sevilla, esquina San Antonio, había acogido a los alumnos del instituto El Kursaal, dado que éste se había incendiado, el 16 de octubre del mismo año. Posteriormente la Escuela de Artes y Oficios deja de funcionar subvencionada por el ayuntamiento y pasa a ser privada, siendo su propietaria Dña. María Sobrino Estévez, la cual solicita en 1947 la rescisión del contrato con el ayuntamiento, por causas económicas.


Su actual edificio, obra de Fernando Garrido Rodríguez, fue inaugurado, con instalación eléctrica, pero sin electricidad, el 18 de junio de 1971, por el entonces Ministro de Educación y Ciencias José Luis Villar Palasí. En el primer curso se matricularon 350 alumnos, los cuales podían optar a las especialidades de: repujado y forja, arte y decoración, rotulación y cartelismo, pintura y delineación, y fotografía. Tras lo expresado, queda demostrado que la Escuela de Artes y Oficios es dentro del contexto histórico de la ciudad mucho más que un mero centro de formación, y parafraseando al ministro reseñado en su discurso de inauguración del nuevo centro, expresar el deseo de que: “la escuela no deje de ser un foco, para la formación profesional de los alumnos y un referente patrimonial de la ciudad”.

1 comentario:

  1. He sido antiguo alumno y no hay derecho a tener este tipo de instalaciones en estas formas!, enhorabuena a los que incentivan esta propuesta porque a ver si se hace eco y la renuevan, que no quisiera ni imaginar ahora con las nuevas generaciones como debe estar el edificio. Qué menos que una manita de pintura o alguna pequeña reestructuración de algunas habitaciones para ganar en espacio y en modernización aunque sea por dentro!

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