El artista es el creador de cosas bellas (Óscar Wilde)

Siendo hora de explicar de qué trata este blog, diremos que ha sido creado por un grupo de estudiantes de la Escuela de Arquitectura de Sevilla para una asignatura relacionada con el Medio Ambiente. No es la primera vez que en una ciudad se ha intervenido en un fragmento o se ha construido un edificio nuevo porque las autoridades competentes han creído oportuno hacerlo por “bien de la ciudad”, de aquí ya conocemos teatros en los que no se han representado ninguna obra o aeropuertos fantasmas, en cualesquiera de los casos, suelen llevar tras de sí un gran gasto económico.

Por esta razón, queremos saber las opiniones de los que realmente están usando este edificio, que son los alumnos, que saben lo que necesitan en la Escuela, las deficiencias que ésta tiene, no estamos hablando de las estructuras, sino de la vida que se le da al edificio, reformarlo con recursos sacados de la calle y que puedan ser transformados por los estudiantes. Tenemos referencias como Jorge Rodríguez Gerada que pintaba las caras de las gentes del barrio en las fachadas de las casas, Banksy sorprendiendo a los londinenses en su paseo o aquella bicicleta que apareció en la ciudad de Rosario en Argentina una mañana.

En busca de Úrsula

De todos es conocido el papel que juega la Escuela de Arte y Oficios de Algeciras en la ciudad, al menos de los que viven en ésta, puede que te guste más o menos, que entiendas más o menos de arquitectura, ya puedes haber visto ese edificio todos los días o que sea la primera vez, pero a todos se nos van los ojos para contemplarlo y mascullar “¡Qué pena!”

Han pasado 41 años desde su construcción y aunque su pintura se ha descolchado, la hiedra ha cubierto la fachada y las humedades han hecho mella en su aspecto, sigue siendo el edificio más “llamativo” de la ciudad. Aunque está situado cerca del mar y en un cruce importante, su enclave se ve devaluado debido a los edificios de los alrededores, pareciendo un alienígena que ha conseguido mimetizarse con el resto de la población deteriorándose. Por tanto, ¿no sería más atractivo darle una nueva vida lavándole la cara y operando sus viejas estructuras?

Desde luego haría falta hablar de la propia Escuela y de lo que allí se forma, pero por desgracia muy pocos escuchan a los estudiantes, que son la voz de la Escuela de Arte.